Aprovechando una de las primeras tardes soleadas de la primavera, nosotros, al igual que mucha gente en la ciudad, decidimos sacudirnos la modorra post-invernal y disfrutar de una revitalizante caminata por el seawall, la hermosa caminería que separa las aguas del Océano Pacífico del Stanley Park.
Llegamos al parque por el lado de Coal Harbour, un área muy «chic», de altos y costosos condominios, una marina poblada de yates y veleros de mediano calado y el muy aristocrático Club de Remo de Vancouver, cuya sede se encuentra construida sobre pilotes que sobresalen de las frías aguas.
Si miramos a la izquierda podemos ver la Laguna Perdida (Lost Lagoon) poblada de cisnes, gansos canadienses, patos y demás especies de aves que consideran esta masa de agua como un santuario.
A la derecha, los rascacielos de la ciudad se yerguen sobre su reflejo. Más allá, el Canada Place despliega sus velas al viento y uno de los seabuses realiza su rutinaria travesía a la orilla norte; un hidroavión alza el vuelo justo antes de que otro comience el proceso de amaraje y varios veleros, remolcadores y barcazas cruzan sus respectivas estelas frente a la movida bahía.
El sendero está muy bien definido. De la línea a la derecha, los peatones. De la línea a la izquierda, todo lo que tenga ruedas (y en una sola dirección, cual autopista). Bicicletas, patines, coches y patinetas nos adelantaban por la izquierda mientras trotadores y caminantes avanzamos a un ritmo menor, al borde de las aguas.
El camino es largo y cruzamos el hito que indica que llevamos 500 metros, del total de nueve kilómetros que recorreremos. Ya somos parte del río de personas de los más diversos orígenes étnicos que inunda este hermoso y panorámico paseo en esta templada tarde primaveral. Seguimos caminando.
[…] Continuando el recorrido por el seawall del Stanley Park nos encontramos con la atracción más visitada del parque, la magnífica exhibición de totem poles, espigadas tallas de madera muy características de las culturas indígenas que han habitado estas tierras desde antes de la llegada de los europeos. Las imágenes reflejan el mundo natural y espiritual de dichos pueblos. Totem poles (foto: johnny9s) Cañón que es disparado diariamente a las 9:00 pm. (foto: the_ineffable_mr_f) […]
[…] En las 400 hectáreas de Stanley Park se puede disfrutar de diversas atracciones como el Acuario de Vancouver, el jardín de totem poles, magníficas caminerías entre las que sobresale el “sea wall” que bordea la costa, lagunas, playas y piscinas públicas, así como espesos bosques que albergan diversas especies de animales, entre los que podemos contar conejos, ardillas, zorrillos, coyotes y mapaches. Diversos restarurantes y eventos durante el año complementan el abanico de atractivos que este lugar tan especial ofrece a quienes tienen el placer de visitarlo. […]
[…] se, ya se… se van a preguntar si no hay otro sitio para fotografiar en Vancouver si no es el Stanley Park…. pero ¿qué le voy a hacer si este lugar da para todos los […]