En Vancouver, un día soleado es una joya que no se debe desperdiciar, y el Queen Elizabeth Park es un lugar estratégico desde el que se puede disfrutar de una vista panorámica de la ciudad. Situado en el punto más elevado de Vancouver, el parque de 52 hectáreas posee un paisajismo inigualable: jardines, pequeños bosques, riachuelos y pozos se conjugan para el deleite visual de los visitantes.
Quienes buscan opciones más activas encuentran una variada gama de canchas de todo tipo, incluyendo una de lawn bowling, la muy aristocrática y británica versión de las venezolanas «bolas criollas» y un pequeño campo de golf con 18 hoyos.
El romance también tiene cabida en este lugar tan especial. No es de extrañar el haber conseguido una novia «de velo y corona» en plena sesión fotográfica junto a la escultura de Henry Moore, o el confundirnos entre el cortejo que alegremente se prepara para la celebración de una boda en el pabellón de eventos.
En las fuentes danzantes, una docena de niños corre entre los potentes chorros de agua, coqueteando con las blancas columnas que crecen y desaparecen sucesivamente. Un poco más allá, un par de pintores, concentrados en su proceso creativo, no se inmutan ante el rebullicio creado por los pequeños.
Mientras caminamos frente al Conservatorio Floral Bloedel, la hermosa vista de la ciudad que se expande hasta el horizonte se fija en nuestro espíritu como una postal y comprendemos qué tiene este lugar de especial. El segundo parque más visitado de Vancouver (6 millones de personas al año) nos invita a disfrutar una y otra vez del balance que se siente entre naturaleza, arte y urbanismo en cada uno de sus espacios.
[…] Sin embargo, ¡oh, sorpresa!… hay un lugar en Vancouver en el que podemos disfrutar del contacto directo con guacamayas, cacatúas, pericos y otras aves tropicales. Se trata del Invernadero Bloedel, en el Queen Elizabeth Park. […]
Que bien describes Vancouver: el equilibrio perfecto de una ciudad con la naturaleza que le rodea!.
Ese mar de flores azules invita a tumbarse en el y olvidarse del mundo!
Un saludo,
Gracias por tus comentarios Ana.
Si, estos jardines son todo un remanso de paz.
bellas fotos!
éste fué el primer parque que visité cuando vivi alli!
gracias por los recuerdos 🙂
Catalina, dicen que recordar es vivir nuevamente. Me alegro que te guste el blog y siempre estás invitada a visitarlo. 🙂
Juanca, estoy admirando tus fotos. Te felicito, son hermosas! Me trae mucha nostalgia y a la vez cada vez más admiración por ese bello país. Te mando un beso enorme y seguiré pispieando fotos…
Hola Flor. Qué alegría saber que visitas mi blog. A ver si con las fotos te entran ganas de venir nuevamente, aunque sea de vacaciones. Eres siempre bienvenida.
Espero que la estés pasando super bien en Barcelona, Italia, Argentina, Trinidad o donde sea que te encuentres en este momento.
Un fuerte abrazo.
[…] segundo caso a contarles hoy ocurrió en el Queen Elizabeth Park. Estábamos paseando por unos senderos y en un momento dado me quedé solo. De repente, a unos […]